Ayer me pusieron Internet en el departamento, después de tanto tiempo de sacar cuentas. En un momento de la calurosa mañana, levanté la vista y vi la escalera de los operarios de Fibertel. Y me gustaron los colores.
Este fotoblog es un homenaje a una de mis novelas favoritas, un texto de lectura imprescidible para cualquier fotógrafo: La aventura de un fotógrafo en La Plata, de Adolfo Bioy Casares.
El blanco es muy luminoso...como si lo acabaras de pintar para hacer la foto.Un abrazo
ResponderEliminarGracias chicos. Había una luz muy especial ese día. Y todo mi edificio está pintado así, me encanta. Otro abrazo.
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